¿Sabías que la piel es el órgano más extenso del cuerpo? Mide hasta dos metros en total, y el cuero cabelludo forma parte de él.
Los diferentes factores genéticos y hormonales, así como la alimentación y efectos del clima, hacen que tengamos distintas condiciones en el cuero cabelludo, que necesita de cuidados específicos para que nuestro cabello luzca sano y brillante.
Si quieres conocer más sobre esta parte de tu cuerpo, ¡no te pierdas este post!
Tipos de cuero cabelludo
Al tratarse de una prolongación de nuestra piel, el cuero cabelludo suele compartir las características de esta. En general, existen tres tipos diferentes de cuero cabelludo. ¡Te los enseñamos!
Cuero cabelludo normal
El aspecto del cabello es brillante y de apariencia saludable. Se trata de un cuero cabelludo equilibrado, que no presenta alteraciones.
Cuero cabelludo seco
Este tipo de cuero cabelludo también puede catalogarse como sensible, ya que no produce la cantidad de aceites naturales necesarios para lubricar el cabello.
Así, las fibras capilares se vuelven opacas y frágiles, por lo que es necesario utilizar productos suaves e hidratantes.
Cuero cabelludo graso
En el caso del cuero cabelludo graso, el cabello luce pesado, apelmazado, sin volumen y tiene exceso de brillo.
Esto es debido a la alta producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas. Y aunque no te lo creas… ¡Afecta de igual manera a hombres y mujeres!
¿Cómo saber cuál es mi tipo de cuero cabelludo?
Para conocer a fondo las características de tu cuero cabelludo, puedes optar por crear un cronograma capilar, es decir, llevar un seguimiento de los cuidados, lavados y días que aplicas diferentes tratamientos en tu cabello, adaptándolo a las características de este.
Esto puede ayudarte a saber cuál es tu tipo de cuero cabelludo: si desde que lo lavas solo te aguanta limpio un día, lo más probable es que sea graso. Por el contrario, si no necesitas lavarlo en más de 3 días, tu cabello será normal, y si presenta irritaciones o se mantiene limpio más de 5 días, seguramente sea sensible o seco.
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